viernes, 16 de septiembre de 2016

EL REGRESO A CASA


 
¡Siempre es tan reconfortante regresar al hogar!
La misma sensación se experimenta cuando se regresa a los lugares en los que somos bien recibidos, en los que nos sentimos seguros y a salvo, en medio de este mundo a la deriva.
 
Por ello, quiero darte las gracias Madre, por permitirme regresar a Tu casa, por acogerme y por traer tanta paz a mi vida, por reconfortarme cuando te contemplo y por mirarme con bondad infinita.
 
Gracias por tenerme en tu regazo,
por tenerme entre tus brazos,
por amarme y protegerme cada día.
Gracias por ser nuestra Madre Bondadosa que ilumina nuestras vidas.
 
Gracias por tu intercesión ante tu Hijo,
gracias por todo lo que me has dado y me das, aunque no lo merezca.
Gracias por acogerme, por reconfortarme, por consolarme y ayudarme.
Gracias por protegerme, auxiliarme, orientarme, mimarme y quererme.
 
Gracias por tu bondad.
Doy gracias porque eres mi Madre, Señora y Reina.
 
 
FOTO: María Luz

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