Portada del libro, editado por Rialp
Comienza el libro con las siguientes palabras:
"Manda el protocolo que, en el membrete de las invitaciones oficiales, en las ocasiones solemnes, se me designe con el nombre que me han conferido los siglos: Donna Alessandra Romana dei Principi (de los Príncipes) Borghese. Cuando camino por Roma, mi mirada recorre las fachadas de grandes y antiguos palacios, donde aparecen el águila imperial y el dragón: los blasones de mi familia. Por las mañanas, saco a pasear a mi perra por los viales de uno de los más bellos parques urbanos del mundo: Villa Borghese, cedido por mi tatarabuelo al Rey de Italia, quien a su vez lo donó a su capital. Y ese mismo apellido que llevo, Borghese, campea con letras enormes, por voluntad de mi antepasado, Camillo Borghese, Romano Pontífice con el nombre de Pablo V, en la fachada de la basílica de San Pedro del Vaticano. El Papa, todavía hoy, va todos los años a la basílica de Santa María Mayor, el día de la Inmaculada, a rezar en "nuestra" capilla."
Fachada de la Basílica de San Pedro del Vaticano. En la parte central se puede apreciar la inscripción "Pavlos V Bvrghesivs" (podéis agrandar la foto haciendo clic sobre ella).
No pretendo hacer un resumen del libro, ni contar detalles de la historia autobiográfica que relata, ni desvelar su contenido. Simplemente, os recomiendo su lectura. Es bueno saber que, más allá de la posición de muchas personas, nacidas en un ambiente de alto nivel, no siempre es oro todo lo que reluce, y la autora es un buen ejemplo de ello. En las páginas del libro es sencillamente Alessandra la que escribe, más allá de su linaje y de su clase, simplemente un ser humano con sus luces y sus sombras. Una joven mujer, exitosa profesional, que llevaba una vida muy intensa pero cuya alma guardaba el dolor provocado por experiencias muy traumáticas como el suicidio de su primer novio ante sus propios ojos en su época juvenil, o su matrimonio fracasado con Constantine Niarchos, que murió víctima del abuso de las drogas como tantas otras personas de elevada clase social. La conversión de Alessandra se produjo de la mano de la Princesa Gloria von Thurn und Taxis, gran amiga y compañera en su intensa vida social.
El éxito que tuvo su libro fue rotundo. Cientos de personas se pusieron en contacto con ella para manifestarle sus impresiones sobre el mismo, para invitarla a prestar su testimonio personal en múltiples conferencias, para plantearle preguntas, para compartir con ella muchas experiencias personales... Todo ello la llevó a recorrer aquellos países en que el libro había sido editado: toda Italia, Francia, Alemania, Austria y España.
El fruto de todas estas experiencias fue un segundo libro titulado "Sed de Dios", en el que la autora ahonda en su conversión, reflexionando sobre todo lo vivido después de la publicación de la primera obra, a lo cual une sus recuerdos sobre los pontífices Juan Pablo II y Benedicto XVI.
En sucesivos escritos, trataré de comentaros libros que han supuesto una gran ayuda para mí en mi sendero espiritual. Este libro de Alessandra Borghese fue el primero de todos ellos, que a modo de piedrecitas al borde del camino, me fueron guiando en un acercamiento más intenso a mi fe católica.
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ResponderEliminarAlessandra teniéndolo todo prefirió seguir el camino de la senda a Dios. Si nos ponemos a pensarlo es más loable en quien todo lo tiene al que carece y se acerca a Dios como esperanza vital. La búsqueda de esta mujer es enteramente espiritual.
ResponderEliminarCierto, precisamente por eso, por tenerlo todo materialmente hablando, ser una gran profesional trabajando en Nueva York, siendo miembro de la Jet-Set internacional, trabajando duro pero también viviendo la vida intensamente en cuanto a diversión se refiere...Dicen que el que mucho tiene también puede ser azotado por la vida, y ella sufrió varias experiencias muy dolorosas, y se encontró a sí misma comenzando a frecuentar la Misa. Se dio cuenta de que, creyendo tenerlo todo, no tenía nada porque carecía de lo más importante.
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