Otra de las citas obligadas dentro del recorrido navideño, es la visita a los Belenes de los Heraldos del Evangelio, que siendo fieles a la genuina historia, realizan una presentación llena de encanto para relatar el nacimiento de Jesús, acompañada de luz y sonido, creando un ambiente único que atrapa la atención de niños y adultos.
Contemplarlos y escuchar la historia que relatan constituyen una auténtica catequesis que nos ayuda a tener muy presente el verdadero sentido del acontecimiento que celebramos. Si a ello añadimos la preciosa y adecuada ambientación musical, el resultado es propio del más bello espíritu navideño y la mejor forma de revivir unos hechos que marcaron la historia de la humanidad.
Sin más, comparto las fotografías que tuve ocasión de realizar de los Belenes situados en las sedes de los Heraldos del Evangelio en Madrid y Camarenilla (Toledo), felicitándoles por su siempre perfecta presentación.
BELÉN SITUADO EN LA CASA DE MADRID.
Calle Cinca, 17
En un espacio no excesivamente grande, se recogen las principales escenas de todo Belén que se precie. Todo ello acompañado de luz, sonido y preciosa ambientación musical.
El cierre final del Belén: Jesús crucificado y, a sus pies, su Dolorosa Madre.
BELÉN SITUADO EN LA CASA DE CAMARENILLA (TOLEDO)
La foto no hace justicia al maravilloso efecto creado
por el cielo iluminado de estrellas.
Al fondo, puede contemplarse la preciosa imagen
del Inmaculado Corazón de María.
La cámara fotográfica no puede captar los cambios en la intensidad de la luz ni el cierre de la presentación, representando
la Crucifixión y la Resurrección de Nuestro Señor.
¡Una catequesis al completo!
FOTOS: María Luz
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