Hoy ha sido un día grande para todos los católicos del mundo pues tenemos la inmensa fortuna de contar con siete nuevos santos reconocidos como tales. Entre ellos, quisiera destacar la figura del niño mejicano José Sánchez del Río, que a la edad de 14 años entregó su vida por defender su fe, convirtiéndose en un verdadero ejemplo para todos nosotros.
Su historia fue relatada en la excelente película "Cristiada", rodada en el año 2012, y que muchos tuvimos ocasión de ver en las salas de cine.
José Sánchez del Río, natural de Sahuayo, en Michoacán, Méjico, nació el 28 de marzo de 1913. Era un niño inquieto y travieso como cualquier otro, pero su destino se vio marcado, como el de otros compatriotas, por el régimen laicista y masón presidido por Plutarco Elías Calles. En un durísimo atentado contra la libertad religiosa y la fe católica en particular, el gobierno impuso prohibiciones de todo tipo: limitación en el número de misas y en el número de templos abiertos, prohibición de recaudar limosnas, prohibición de las confesiones, los templos sólo podían abrir en el estricto horario de misa, las campanas no podían sonar, expulsión de los misioneros, y un larguísimo etcétera.
Todo ello trajo como consecuencia la creación de la milicia cristera con el fin de luchar contra el gobierno en defensa de la fe, dando lugar a la denominada Guerra Cristera que se desarrolló entre los años 1926 y 1929. Pertenecientes a una familia profundamente católica, los hermanos del pequeño José se habían unido a la lucha, y ante ello, el niño quiso seguir sus pasos, lo cual consiguió a pesar de la oposición de sus padres, que se vio vencida ante el contundente argumento del joven José: "Nunca ha sido tan fácil ganar el Cielo como ahora."
Así fue como José y un compañero de su edad se unieron a los cristeros, desempeñando labores sencillas, más acordes a su edad, como ser portaestandarte, y que en ningún caso consistieron en participación en la lucha activa.
En el curso del conflicto, un líder cristero perdió su caballo durante un enfrentamiento con las fuerzas gubernamentales, y José le ofreció el suyo, diciéndole: "Aquí tiene mi caballo, tómelo, usted es más necesario a la causa que yo." Este acto leal y valeroso de José motivó que fuese apresado por el ejército federal. Durante su encarcelamiento escribió la siguiente carta a su madre:
Cotija, 6 de febrero de 1928
Mi querida mamá:
Fui hecho prisionero en combate en este día. Creo en los momentos actuales voy a morir, pero nada importa, mamá. Resígnate a la voluntad de Dios, yo muero muy contento, porque muero en la raya al lado de nuestro Señor. No te apures por mi muerte, que es lo que me mortifica; antes, diles a mis otros hermanos que sigan el ejemplo del más chico, y tú haz la voluntad de Dios. Ten valor y mándame la bendición juntamente con la de mi padre. Salúdame a todos por última vez y tú recibe por último el corazón de tu hijo que tanto te quiere y verte antes de morir deseaba.
José Sánchez del Río
El joven José fue un mártir. Ante las repetidas exigencias para que apostatara de su fe y las sucesivas negativas del joven, fue sometido a tortura, desollándole los pies, y obligado a caminar en tan lamentable estado hasta el cementerio municipal, trayecto durante el cual el joven no se cansaba de repetir a viva voz: "Viva Cristo Rey." Tras ser apuñalado en varias ocasiones y antes de ser lanzado su cuerpo a la fosa, se le preguntó qué mensaje quería que dieran a sus padres, a lo cual José respondió: "Que viva Cristo Rey y que en el Cielo nos veremos." Acto seguido su verdugo le disparó un tiro y lo mató.
José Sánchez del Río fue beatificado por el Papa Benedicto XVI junto a otros mártires mejicanos. Y desde hoy forma parte del grupo de los Santos al ser reconocido un milagro acontecido por su intermediación, en concreto la curación de una niña mejicana que siendo un bebé, sufrió un infarto cerebral y para quien no había esperanza de vida.
Los mejicanos pueden sentirse muy orgullosos de contar con su compatriota José en el santoral de la Iglesia Católica, y todos nosotros tener en él a una auténtica fuente de inspiración por su valentía en la defensa de nuestra fe.
Reliquia de San José Sánchez del Río.
El joven actor Mauricio Kuri dando vida al joven José en la película "Cristiada".
Imagen de San José Sánchez del Río escogida para su ceremonia de canonización.
FOTOS: Google, Twitter, ACI Prensa.
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