sábado, 14 de enero de 2017

IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA BUENA DICHA

No piensen mis estimados lectores que les tengo abandonados, nada más lejos, simplemente ando ocupada en múltiples obligaciones e inmersa en varias lecturas, pero hoy vuelvo a este rinconcito espiritual para dejar constancia de la visita que he realizado en esta fría y soleada mañana a una preciosa iglesia situada en el centro de Madrid: la Iglesia de la Buena Dicha.
 
Una buena alma me había aconsejado esta visita, y no veía el momento oportuno para dirigirme a la Gran Vía madrileña, tomar la calle Silva, llegar ante la fachada del templo y adentrarme en su interior. Este deseo se ha visto cumplido hoy, y he de reconocer que lo he disfrutado al máximo.
 
En el solar en el que está edificada la iglesia, se encontraba antiguamente el Hospital de Nuestra Señora de la Concepción y Buena Dicha, fundado en 1564 por Fray Sebastián de Villoslada, abad del Monasterio de San Martín, con la intención de ofrecer cuidados a los enfermos pobres de la parroquia. En sus instalaciones fueron atendidos muchos heridos del levantamiento del 2 de mayo de 1808 contra los franceses, y varias víctimas fueron enterradas en el cementerio que se encontraba junto al hospital.
 
En el siglo XIX, tanto el hospital como el cementerio fueron derribados, siendo trasladados los cuerpos sepultados al cementerio de la Florida, y en su lugar se construyó la actual iglesia, bajo el patronazgo de los Marqueses de Hinojares, encargándose su construcción al  arquitecto Francisco García Nava, entre los años 1914 y 1917. Deducimos por tanto que en este presente año 2017, el templo cumple su centenario.
 
En todo el conjunto podemos apreciar diversos estilos artísticos perfectamente conjugados y que aportan un aire especial y muy original a toda la construcción: neogótico, neomudéjar, neonazarí y modernista.
 
Es una delicia contemplar el interior, sus imágenes, al tiempo que se escucha la hermosa ambientación musical, que nos conforta, nos ayuda a huir del ruido exterior y nos conecta con el Cielo. Animo a todos aquellos que no conozcan el templo a que lo visiten cuanto antes.
 
 
Pórtico de entrada al templo.
Las columnas presentan capiteles de estilo gótico Tudor.
 
La vidriera de estilo modernista aporta luz al coro.
En la parte superior de la fachada, puede apreciarse una escultura de la Virgen de la Merced.
 

 

La vidriera que da luz al coro muestra el tema de la Virgen de la Merced.
 
 
El retablo mayor de madera es obra de Urbano Parcero.
 
En la parte superior se encuentra la imagen de Nuestra Señora de la Buena Dicha.
En la parte inferior, el Crucifijo y el Sagrario.
 
 
 
Detalle de la cúpula, en cuyo centro se aprecia una estrella de ocho puntas de inspiración califal, de donde parte la linterna.

 
 

 

Detalle de los sepulcros de los Marqueses de Hinojares.
 
Retablo en el lado del Evangelio, de claro estilo neogótico, obra de Urbano Parcero.
 

En el centro, la imagen de San Pedro Nolasco con un cautivo a sus pies.
A la izquierda, San Ramón Nonato y San Serapio.
A la derecha, Santa María de Cervelló y la Beata Mariana de Jesús.
Todos ellos, mercedarios.
 
 

 
Capilla de San Antonio.
El Santo aparece flanqueado por San Expedito y San Nicolás de Bari.

San Antonio de Padua

San Expedito
 
 
San Nicolás de Bari
 
San Pancracio
 
 
Crucificado

Las ánimas del purgatorio
 
 
Capilla de Nuestra Señora de la Merced.
 

La bellísima imagen de Nuestra Señora de la Merced, luciendo mantilla blanca.
La imagen aparece ante un magnífico retablo y bajo un dosel de madera.
 
Detalle del dosel.
 
Si la belleza del templo no fuera bastante,
la iglesia merece ser visitada para poder contemplar
esta bella imagen de Nuestra Madre y rezar a sus pies.

 
 
 
 

 
San José
 

Capilla de Nuestra Señora del Pilar.
 
 

La imagen de Nuestra Señora del Pilar aparece flanqueada
por Santa Teresa de Lisieux y Santa Rita.
 
 

 
Santa Bibiana
 
 
FOTOS: María Luz
 

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